0 de 7 para los equipos mirobrigenses que han competido durante este
Puente del Pilar: ni uno solo de ellos consiguió un resultado positivo, ni en fútbol, ni en fútbol sala.
Entre estas 7 derrotas las hubo de todo tipo: por la mínima, con mucha diferencia, con opciones de victoria, o viéndose claramente superados por el equipo rival.
Esto último le ocurrió al equipo que cerró la lista negra, el
Juvenil B del Ciudad Rodrigo, que acabó cayendo
0-4 en la tarde dominical en el
Francisco Mateos frente al
Peñaranda de Bracamonte, en la segunda jornada de la
2ª División Provincial Juvenil.
Los mirobrigenses hicieron lo que pudieron, luchando bastante, y hasta el final, pero los peñarandinos tienen un nivel claramente superior. De hecho, este bloque compitió el año pasado en la
1ª División Provincial, pero por motivos internos del club han salido en la
2ª División (por cierto, que era su
debut liguero, ya que no jugaron en la primera jornada por la retirada de un rival).
Desde el primer momento se vio la diferencia entre ambos conjuntos y el dominio sobre el juego del
Peñaranda, que encerró durante la práctica totalidad de la primera parte al
Ciudad Rodrigo en su campo. La parte positiva es que los locales mostraron una gran resistencia en defensa, encajando un único tanto en el primer tiempo, y además
desde el punto de penalty.
Ocurrió en el
minuto 9. El
Ciudad Rodrigo perdió el balón según lo intentaba sacar desde atrás, cogiéndolo un jugador rival, que se marchó hacia la portería. Al entrar en el área, fue agarrado por un jugador mirobrigense, y el árbitro señaló pena máxima. Aunque el portero local,
Iván, realizó una gran estirada, el disparo del Peñaranda fue cerca de la escuadra, y totalmente imparable.
Precisamente,
Iván fue una de las claves para que los locales no fueran acumulando goles en contra, salvando ocasiones de mucho peligro. Entre ellas destacan un tiro en carrera en el 16’, un robo del balón de los pies de un rival en el 27’ (que vino precedido de otra pérdida en la salida del balón del
Ciudad Rodrigo), u otra parada en el 36’ a un chut muy peligroso dentro del área. Los visitantes lo probaron durante la primera parte también con varios zambombazos lejanos, pero todos ellos se fueron muy desviados.
Por su parte, el
Ciudad Rodrigo no tuvo ninguna opción en ataque en ese período. Las ocasiones más destacadas fueron dos acciones similares de
Valen, que intentó sorprender al portero rival bombeando el balón. En la primera de ellas, en el 12’, estuvo a punto de lograrlo:
el balón se fue al lado del palo izquierdo por muy poco (si hubiera ido entre los tres palos, habría sido gol).
El primer tiempo acabó con la lesión de
Manuel en el 36’, y con una gran contra fallada por el
Peñaranda en el tiempo de descuento. Para los méritos que habían hecho, el Peñaranda tenía poco premio en esos momentos con el 0-1.
El guión de la segunda parte no cambió respecto a la primera, salvo que el cansancio fue haciendo mella entre los mirobrigenses, y no pudieron oponer tanta resistencia como en la primera, llegando varios tantos visitantes.
Tras un despeje a una mano en los primeros minutos de
Iván al saque de un córner, en el 53’ el
Peñaranda conseguía el 0-2, en una jugada muy rápida por la banda izquierda, donde, según salía
Iván, el delantero le cruzó el balón. Los visitantes quisieron ir a por más y cerrar el partido. En el 73’, pudieron sentenciar en un saque de córner desde la banda izquierda, que
a punto estuvo de acabar en gol olímpico, pero el balón dio en el primer palo.
El tercer tanto también llegó por esta parte del campo,
con el partido ya mucho más roto. Fue en el 81’, cuando un jugador rival llegó casi hasta el fondo del campo y tiró a portería, introduciéndose el balón, aunque
los jugadores del Ciudad Rodrigo reclamaron que previamente el balón había salido. Sin embargo, el árbitro lo dio por válido.
En los últimos minutos, los locales llegaron unas cuantas veces más (en ningún momento bajaron los brazos), pero
no con demasiado peligro. La opción más destacada tuvo lugar en el 86’, con un tiro de
Carpio desde el pico del área izquierda que repelió el nuevo portero rival (justo acababa de relevar a su compañero, que había tenido una plácida tarde).
Cuando el partido estaba a punto de finalizar,
en el 92’, el Peñaranda conseguiría el 0-4, en una jugada que se originó en un córner, y donde un tiro desde dentro del área se coló entre
Iván y su primer palo. Nada más sacar el
Ciudad Rodrigo del centro del campo, acabó el partido.
El técnico
Jorge Corvo quiso quedarse con la buena resistencia de los suyos en la primera parte, lamentando la lesión de
Manuel durante ese tiempo, que afectó al centro del campo mirobrigense. Desde su punto de vista,
el partido se le hizo demasiado largo a los suyos, aunque ya venían con la idea de que el
Peñaranda era bastante superior, e iba a ser muy complicado poder sacar algo positivo. Como conclusión,
Corvo expresó que tocaba “trabajar y defender como en la primera parte”.
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